Queridos parientes, junto a mi
saludo de Navidades, les envío unas palabras del Papa Francisco: "Que
la Virgen María nos ayude a apresurar el paso hacia Belén, para encontrar al
Niño que nació por nosotros, por la salvación y la alegría de todos los
hombres.(...) Que ella nos conceda vivir la alegría del Evangelio en la
familia, en el trabajo, en la parroquia y en cada ambiente. Una alegría íntima,
hecha de asombro y ternura. La alegría que experimenta la mamá cuando contempla
a su niño recién nacido, y siente que es un don de Dios, un milagro por el cual
sólo se puede agradecer".